¿Qué es una fobia?
De acuerdo con la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American Psychiatric Association) APA, una fobia es un miedo incontrolable, irracional y persistente a un objeto, una situación o una actividad. Es por tanto un trastorno de ansiedad de elevada intensidad.
El miedo es una emoción normal ante una situación de peligro inminente. Cuando esa sensación aparece en circunstancias en las que no existe un peligro objetivo y tangible es cuando cualificamos ese miedo como una fobia.
Las fobias suelen aparecer con más frecuencia en edades tempranas de la vida (15-20 años), afectan por igual a ambos géneros y los hombres suelen buscar con más frecuencia tratamiento para las fobias.
El miedo que ocasiona la fobia puede ser tan intenso que el paciente afecto puede realizar conductas activas de evitación del objeto, actividad o situación que las provoca. Y en caso de enfrentarse a la fobia puede ocasionarles ataques de pánico. Una crisis de angustia o ataque de pánico consiste en la aparición repentina, habitualmente en menos de 10 minutos, de una sensación incontrolable de malestar o aprensión intensos, miedo o terror, con frecuencia asociada a una idea de catástrofe inminente (sensación de muerte, de estar volviéndose loco o de estar perdiendo el control), junto con una urgente necesidad de huir de la situación. El episodio se acompaña de diferentes manifestaciones clínicas y suele desaparecer solo, en minutos o, más raramente, en horas. Entre 1 y 3 personas de cada 100 presentarán algún ataque de pánico a lo largo de su vida.
Sintomatología que puede aparecer en un ataque de pánico:
- Palpitaciones, sacudidas del corazón o aumento de la frecuencia
- Sudoración.
- Temblores o
- Sensación de ahogo o falta de
- Sensación de
- Opresión o malestar en el
- Náuseas o molestias
- Inestabilidad, mareo o
- Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (sentirse separado de uno mismo).
- Miedo a perder el control o volverse
- Miedo a
- Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo) en extremidades o alrededor de la
- Escalofríos o sofocos.
¿Qué puede causar una fobia?
Factores genéticos y del entorno pueden estar relacionados con la aparición de este tipo de trastorno de ansiedad. Fobias específicas habían sido asociadas con un primer contacto aterrador con el objeto o la situación fóbica. Sin embargo, continúa el interrogante sobre si ese contacto es necesario o si las fobias pueden desarrollarse en personas predispuestas genéticamente.
¿Qué tipos de fobias existen?
- Agorafobia: temor a encontrarse en situaciones en las cuales la persona no puede escapar o pedir ayuda como por ejemplo: tiendas, iglesias, ascensores, En este tipo de fobia los ataques de pánico son especialmente frecuentes.
- Fobia social: trastorno de ansiedad en el que la persona siente una ansiedad o molestia importante relacionada con el miedo a pasar por una circunstancia vergonzante, humillante o ser despreciada por otras en situaciones sociales o de desempeño como por ejemplo dar una clase, comer delante de los demás, etc.
- Fobias específicas: temores a objetos o situaciones particulares que no es dañino ni peligroso en circunstancias normales como por ejemplo, fobia a los animales, a volar, a las alturas, a ir al dentista, etc.
Para las fobias específicas no existe un tratamiento farmacológico efectivo. Sí que pueden administrarse ansiolíticos para amortiguar o minimizar las manifestaciones clínicas que pueden aparecer. Si la fobia en cuestión interfiere de forma importante en la actividad laboral o en la actividad diaria cotidiana de la persona se recomienda realizar una terapia de exposición o desensibilización por profesionales cualificados (psicólogos, terapeutas). En esta terapia, los pacientes son expuestos de forma gradual y progresiva a los objetos o situaciones que los atemoriza hasta que el miedo comienza a desaparecer. Los ejercicios de relajación y de respiración también ayudan a reducir los síntomas de ansiedad.
¿Qué es la odontofobia?
Pues es un tipo de fobia específica ante la visita al dentista o simplemente ante la ideación de acudir a la consulta del dentista (sin estar presente en ella). Es un miedo “irracional” como ya hemos comentado, ya que una consulta dental es un sitio seguro con medidas de desinfección y esterilidad y se utilizan anestésicos locales para eliminar el dolor de los tratamientos. Aparte el paciente está totalmente informado del tratamiento y de las posibles complicaciones de los mismos. Pero a pesar de la completa información y de que el paciente sabe que
es un sitio seguro, manifiesta una sensación de miedo intenso antes de la realización de los tratamientos odontológicos.
Tener un cierto grado de estrés es socialmente “normal” al visitar al dentista, ya que normalmente se acude por problemas de salud bucal. Pero ese estrés es totalmente controlable por la mayoría de los pacientes. Se ha estudiado esta ansiedad y se ha observado que alrededor del 15% de los pacientes que acuden a un centro odontológico manifiestan algún nivel de ansiedad o estrés.
¿Qué repercusión tiene la odontofobia?
Pues un paulatino y progresivo empeoramiento de la salud bucodental del paciente. ¿Por qué? Pues por las conductas de evitación que el paciente realiza ante este tipo de fobia. El paciente retrasa o elimina la realización de los tratamientos dentales y ello irremediablemente empeora su salud bucodental pudiente llevar a enfermedad periodontal grave y pérdida de dientes.
¿Consejos para superar o minimizar la odontofobia?
El Consejo General de Dentistas ofrece esta pauta de consejos:
- Visitar la clínica antes de la cita para el tratamiento. De esta forma, el paciente se familiarizará con el ambiente y podrá trasladar al personal de la clínica los aspectos que le provocan
- Pedir cita a primera hora. Además de estar más descansado, evitará la
- No llegar antes de tiempo. Se recomienda al paciente llegar a la hora exacta de la cita para no tener que esperar, ya que podría aumentar su
- Que la toma de contacto sea Para ganar confianza, lo ideal es que la primera cita sea para un tratamiento sencillo (limpieza, diagnóstico, radiografía) y dejar los tratamientos más complejos para más adelante.
- Pactar una señal para Antes de empezar el tratamiento, es aconsejable que el paciente comente con el dentista su problema de ansiedad y establezcan una señal (levantar una mano, por ejemplo) para detener el tratamiento en el caso de que lo necesite.
- Escuchar música El paciente puede llevar sus propios auriculares para oír la música que desee y así relajarse durante el tratamiento.
- Posibilidad de sedación. En casos extremos se podría plantear la posibilidad de usar métodos de sedación. La sedación consciente endovenosa es la forma más rápida, eficaz y segura de controlar la odontofobia.